19 de diciembre de 2017

Contro

Buscando una poderosa conmoción, logré entender que la verdad son suspiros de un alma quebrantada. Aquel que busque una razón, estará acabado bajo la tierra del olvido, y despedazado por la vergüenza de la desazón.
Cuentan que una cuestionable servidumbre se alzó contra la llamarada malviviente del puerto, pero fueron hundidos por las miradas de las estereotipias andantes, y de su mal andar.
Ponderaba la injusticia en desolación del corazón, sin embargo recuerdo aquel brillo que alimentó la misericordia y que reveló la fructuosa verdad. Todos anduvieron molinares de caminos de condensación; llamaron al mayor juicio del concilio: la majestuosa naja.
Ellos aún sobreviven bajo el escudo, buscando la razón que sazone la vitalidad. Comprendí inicialmente la entrada del orbe lítico.