Una y otra vez tocando teclas; saboreando melodías y recordando patologías y serviles momentos.
Toca y toca hasta que le sangran los dedos. Se le rompen los huesos y tiembla en la desazón. "¿Dónde ha ido a quien he perdido?", se pregunta reiteradamente.
"¿Por qué partiste sin mí?"
Teclas de marfil con sonidos apagados y grises. Un libro turquesa sobre la mesa. Un último recuerdo.
Una caricia perdida y hombros caídos.
Ojos cerrados y sueño profundo. Hasta que...
Un amarillo suave en la habitación. Lila inundan mis ojos.
-¡Has vuelto!
-Así es.
Madera lustrosa y suave algodón.
Dulce comida y amargo mate hoy.
Noche misteriosa.