Veracidad

     Una gota recorre, una pequeña gota cae. Nadie escucha, nunca la llaman. Ella muere en la oscuridad. Jamás se dirá algo, imposible no olvidarle.
    Quiere un solo cariño. No regresa. No vuela.
    Se fue, no volverá. 
    La lluvia comenzó, el silencio monopolizó.
    Nadie llora. La habitación vacía.
    "Adiós", le dice una voz. No, ella quiere un "hasta luego". Pero, eso no ocurrirá. 
    Le doy mi mano: no quiero que caiga. No tiene fuerzas. 
    La levanto, la entierro. Muere lentamente. En mi inconsciente.
    Asesiné el espejo de mi interior. 
    Y se me pudre el alma.
    

Consenso mental

           No, no y no. ¡Esto no puede ser tan inútil!

        ¿Cómo poder enfrentar las injurias de la vida?

        ¿Morir en el intento de liberarse de las cadenas,

        O canalizar esas injustas motrices sistemáticas?

        No temas si me ves maldiciendo la belleza del cielo.

        Suele molestarme no poder disfrutar el deleite que ofrece.

        Y no creo que sea la única que lo sufre así,

        Porque en los más bellos sueños, 

        Uno puede sentir la sencillez de las coordenadas. 

        Caminar sobre el desierto no es algo triste de vivir.

        Querer más de lo que se tiene es una carencia.

        Sin embargo, no puedo desear más que mejorar

        Este sistema sin vergüenza de hacernos callar.

Lágrimas

    La otra noche presencié aquella criatura de pesadillas. ¡Casi me desmayo del susto! ¿Qué clase de cosa era esa? ¿Qué buscaba de mí?
    No pude encontrar respuesta a ese interrogante, sin embargo sé que algo buscaba... Podía sentir sus garras querer arrancar parte de mi ser... Cómo de a poco mi carne se desgarraba y mi alma temblaba...
    Sé que era una criatura de la más profunda oscuridad, aquella que te acecha cuando vivís tus más oscuras travesuras y las más trágicas situaciones... Y tengo el presentimiento de que se alimenta de eso.
    Quizás sea lo último que pueda escribir de este extraño ser, siento que se aproxima...Y no sé si sobreviviré esta vez...

Insensato

  Observo la inmensidad de mis ojos en este espejo. Puedo reconocer las inmensurables comisuras de mis labios intentando formar una figura reconocible ante ellos. No puedo creer que haya llegado hasta este punto. 
  Quiero felicitarte por tu gran triunfo sobre mi insensato corazón, pero no quiero perder nada valioso ya que podrías quitármelo con sólo una caricia.
  Suelo ser un cobarde en tiempos de debilidad, aunque lamento no poder dar todo de mí en esta batalla que me das. Siento las de humillarme... Como un imbécil enamorado.
  Esto es lo que me detiene a poder decirte lo mucho que me importás: Stolz. Ni en este mismo idioma puedo reconocerlo, trato de ocultarlo, como un pequeño niño asustado, pero con ganas de que lo descubran.
  Lo único que puedo decirte, es que jamás había estado en una situación igual. Sin embargo... Ich liebe dich. Como nunca lo había sentido.
  No me siento maduro para afrontarlo aún.