31 de julio de 2021

Alegorías

 -Han estado por aquí.-dijo Alle mientras observaba unas pisadas-.

-¿Por qué no le dejas en paz?-preguntó el confundido Lé.

-Nos abandonó y debe pagar las consecuencias de sus actos.

-No, hay que dejarla ir.

Alle sacó su látigo y lastimó a Lé.

-No. Vamos a buscarla.

-S...Sí...-Lé se acariciaba sus recientes heridas en el piso-.


Alle, con su impetuosa forma de buscar, encontró rastros: una suave cama de lino dentro de un improvisado refugio de ramas y piedras.


-¿Quiénes son ustedes?-preguntó una voz desde unos matorrales.

-¿Qué te importa?-contestó Alle.

-Soy Lé, y Alle. Estamos buscando a alguien.

-Nosotros también buscamos a alguien.-contestó otra voz-.

-Podríamos buscar juntos, ¿cómo se llaman ustedes?

-Me llamo Ann, y él Jú.-mientras él seguía con la mitad de su cuerpo escondido-.

-Excelente, ¿por dónde irán?

-Al contrario de ustedes, creo. No estamos seguros. Venimos de por allá.-Y señaló el contrario-.

-Bueno, vámonos Lé, no perdamos más tiempo; no estamos lejos.

-Pero... -Y antes de seguir, Alle le mostró el látigo-.


Ann se impresionó y se puso enfrente de Lé. Alle le miró con impresión y con mucha molestia.

-Vete, que esto no te concierne.

-No quiero. No le hagas daño.


Alle bufó y se fue por el camino que estaba siguiendo.

-Ya sabés, Lé, sabrás después qué te sucede si no seguís conmigo.


Lé miró a Ann, le agradeció con la mirada y se fue corriendo hacia Alle.

En ello, se le cayó una fotografía. Jú salió por completo y se acercó. Tomó aquella imagen con sus manos.      


-¿Quién es ella?

-No lo sé.


Voltearon la foto y atrás decía algo. "Yeaq".