30 de agosto de 2020

Portuario

 -Eres un insensato.



En colinas transparentes se escondía un murmullo de un sujeto soez, y de inhabitable mente. Los vientos azotaban las cortezas mentales del joven vacilante, a quien le escurría las cenizas del tiempo por sus manos.


-¿Por qué has terminado?


Manchas en un lienzo no acabado. Hojas rotas y oscuros silencios. Llamas agitando la corteza visual del maldito ser humano que se hallase allí.


-¿Tenemos que seguir?


Armario lleno, repisas repletas de cajas pesadas, con recuerdos que ya no podrán ser recordados. Sombras y relojes persiguiendo al desvergonzado soldado.


-No lo sé.


Con paso vacilante, se fue hasta la puerta. "No debí golpear tan fuerte". Un puño bien tenso y manchado que provoca dolor en la mente mezquina de este individuo, y gotas saladas en su mejilla.


-Lo siento.


24 de agosto de 2020

Weiche Tage

 Una caminata rumiante, un lazo entre los dedos.

-¿Aún me quieres?

Una leve sonrisa. Ojos al horizonte.

-¿Viste aquello?

Despiste, emoción.

-Un arcoíris.

-Sí. Quisiera tenerlo en mis manos.

-Yo creo que ya lo tienes.

Caricias en la mano. 

-Me das color. Y siento ese arcoíris fluyendo en mi corazón cada vez que toco tu mano.

Suelta la mano.

-No tienes que depender de mí para sentirlo. Todos tenemos colores dentro.

Mira a los ojos.

-Tu mirada... Es como si pidiera que...

-Eso quisiera.


Nubes rojizas, pasto cálido con una tenue brisa.

Ojos cerrados. 

Notas suaves. 

Glückliches Herz.



22 de agosto de 2020

Carmesí

 En siluetas se movía una estrepitosa sensación, buscando el momento adecuado para ver la luz.

¿La has visto circular por aquí? Algo busca, sutilmente, bruscamente. A veces llega y otras veces se esconde.

¿No la has notado? Se ha guardado en tu bolsillo, esperando que la tomes con tus manos.

Que ojalá pueda coincidir en tu músculo bombeante de sangre. Palpitando suavemente, ¿le oyes?

¿Alguna vez le dejarás vibrar? ¿O solo le guardarás en la sombra?


Es sinuoso, simplemente saldrá por capricho de verte saltar. Porque así es el sentimiento que tanto anhelabas.

Una memoria y un horizonte. 


17 de agosto de 2020

Botón

 Me observaba una y otra vez, buscando alguna referencia en mí.

-¿Qué estás buscando?

-Algo que pueda reconocer.

Con angustia y  arrebato, marcha hacia la puerta.

-No quiero saber qué has hecho.

-Si no recuerdas, no podrás avanzar.

Una mueca, un pensamiento: "¿Hay algo para remediar? No quiero saber."

-Dije que no.

-Entonces tendrás que quedarte conmigo hasta que recuerdes.

En el piso, intentando pensar cómo hacer.

Horas.

Días.

Meses.

Años.

¿Qué importa? El tiempo seguirá pasando. Solo debo convencer con alguna mentira.

-¿No puedo irme?

-No, hasta que lo sepas.

-Es que ya lo sé. Sonrisa fingida.

-¿Y qué es?

-Pues... tú sabes... El relicario.

Sorpresa.

-Sí... Puedes irte.

¿Eso era todo? Bueno, no es de importancia. Puedo salir.


Dolor al corazón.

-Me duele.

Soledad.