-¿A dónde vamos?-preguntó Tej.
-Quiero mostrarte algo-dijo Yeaq con una sonrisa, pero escondiendo una gran seriedad-.
Yeaq estaba más alegre y vestía con ropa más nueva. Tej también se sentía mucho mejor en su vida. Se acompañaban mutuamente e iban recorriendo distintos lugares de la memoria.
Yeaq sostenía la mano de Tej, guiándole en el camino.
-Ahora creo recordar más el recorrido.
-¿Sí?
-Sí, cuando viajaba en soledad buscando mis tesoros. Ya casi llegamos.
Tej divisó a lo lejos una casa maltrecha.
-Llegamos-mientras Yeaq miraba fijamente allí-.
-¿Estás bien?
-Sí, quiero mostrarte dónde vivía antes.
Entraron en una casa algo maltrecha, y frente a una puerta abierta Yeaq se paró a mirar.
-¿Así quedó todo?
Tej miró todo, contemplando aquella deteriorada habitación.
-¿Vivías acá?
-Sí, acá me mantenían.
-¿Quiénes?
-Ella y él.
-¿Y dónde están ahora?
-No lo sé, ya no están. Y a pesar de que no me hacían muy bien... Sé que de alguna forma me cuidaron.
-Lo entiendo, yo también tuve los míos.
Yeaq miró a Tej, y seguido de ello buscó entre los escombros algo.
-Te doy esto.
Tej tomó un sobre.
-Son algunos retazos de mi pasado. Te los confío.
Tej abrazó a Yeaq.
-Gracias por la compañía y el cariño.
-A vos también. Un montón.
-Quiero llevarme algunas cosas para mi futuro-comentó Yeaq más animada-.
-Sí, dale. Te ayudo y te acompaño.
Yeaq y Tej sonrieron, juntaron un par de cosas y regresaron a su camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
(?)