12 de julio de 2015

Rayo

Tendría que decirte algo suspicaz. Pero mi mente está sobreexplotada. Quiero dejar de pensar que tengo algo que hacer.
Sé que algo le debo a la vida, sin embargo no puedo soportarlo. ¿Qué debería hacer? Me siento algo mareada. 
No puedo respirar. Necesito oxígeno a mi cerebro. 

Descubrí una vez que el miedo te quita todo lo valioso de esta existencia. Pero no pude realizar nada. Sentía temor, me limitaba suponer las atrocidades que ofrecen los golpes de la injuria de la fortuna. Y me arrepentí, aunque no por no hacer, sino por acobardarme a sufrir.
Y entendí: no se sufre, se soporta; sólo porque no se tiene noción de lo que sucede después de la muerte. 
Cuestionaba Hamlet el "ser o no ser", el sentimiento reflexivo de la herencia del hombre. ¿Algo cambió en tantos años; o será que el hombre siente lo mismo, en diferentes tiempos?

Nos une una cordial cobardía. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

(?)